Desde pequeña he perseguido el amor, pero jamás lo entendí, porque
lo que me enseñaron como amor fue oscuro. Conocí el Amor al convertirme en madre, y fue mi segundo hijo el que me cubre de abrazos y besos con ternura, que me acepta, respeta y admira. Y es mi primer hijo el que me apoya y he encaminado para ser un hombre de bien. Después de tanto maltrato, descubrí que el verdadero amor germinó de mi. Viene con desafíos pero también con satisfacciones, y que así como lo soñé, cada día es real. Y me dicen Te amo mamá.
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